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Silvana

Empecé a sufrir obesidad en el año 2011/12. Sentía mucha frustración al seguir dietas, hacer ejercicios y privarme de comida, sin obtener los resultados deseados. Tenía los triglicéridos altos y era resistente a la insulina. Esa era mi vida antes de la operación y me sentía muy frustrada.

Un médico me realizó un chequeo general y en un estudio de esfuerzo cardiológico me dijeron “tenés que aflojarle a los postres”. Ese comentario me hizo sentir muy triste, se
me caían las lágrimas . Mi cardiólogo, al ver mi situación, me derivó al Dr. Staltari.

Cuando fui a su consultorio, el Dr. Staltari me preguntó si quería hablar yo o si prefería que él me preguntara. En ese entonces pesaba 100 kilos. El Dr. Staltari me explicó
cómo sería la cirugía. Recuerdo claramente una frase suya: «Este es un camino difícil, pero con un final feliz». Y así fue.

Tengo los mejores recuerdos del equipo que me ayudó, especialmente de la Lic. en psicología Agustina Irigoyen, y la nutricionista María Constanza Pagano. El 8 de junio
de 2014 me realizaron la cirugía y a partir de ahí todo empezó a cambiar, no solo mi cuerpo, sino también mi mente y mis pensamientos. El trabajo psicológico fue
fundamental; me sentía muy preparada para enfrentar el cambio en mi alimentación.

Hubo años en los que no me sacaba fotos con mis hijos y evitaba salir en ellas. Mi estado emocional y psicológico me afectaba mucho, no sabía qué ponerme. Hoy, en
cambio, disfruto mucho sacarme fotos con ellos. La cirugía bariátrica me dio la posibilidad de cambiar mi estilo de vida.

Lo volvería a hacer sin dudarlo. A este capítulo de mi vida lo llamaría: «Volver a ser feliz». Siento que pude hacer las paces con mi cuerpo y logré sentirme plena. Mi
familia me apoyó incondicionalmente. Recuerdo una situación en la que estaba buscando algo y me agaché para agarrarlo; mis hijos notaron el cambio en mí, ya que
antes no podía ni agacharme.

Ojalá mi testimonio sirva de ayuda para que otros se animen a operarse. Me siento privilegiada de haber podido contar con el equipo de Cirugía Bariátrica de Clínica
Colón. Hice un tratamiento muy completo y me sentí acompañada en todo momento. Lo recomiendo 100%.

Peso inicial:100 kg. Peso actual:  68 kg.

Silvana Oliva

Laura

No sé si es porque toda la vida me sentí y fui diferente (jajaja todavía lo soy, eso no se pasa) que cuando miro a alguien, miro su exterior, sea cual sea, trato de automáticamente pensar ¿cómo será? ¿qué le pasara? ¿qué sentirá? Tal vez solo porque me hubiera gustado que eso me pasara a mí, pero nunca pasa. La mayoría de la gente, seas como seas, tengas el problema que tengas, siempre se queda con lo que ve, lo que se imagina o lo que la mayoría le dice.

En este día, casi a 10 años de lo mejor que me pasó en la vida, también quiero recordar todas esas cosas por la que esta decisión es lo que es. Primero que nada, aunque muchos subestimen la enfermedad y piensen, «no es nada…hay cosas peores» siempre va a haber algo peor, como también algo mejor, pero no hay que olvidarse que de la misma manera que cualquier otra enfermedad grave y terminal, la obesidad te mata un poco todos los días. Va afectando tu vida desde las cosas más sutiles, que para algunos pueden ser pequeñas, como, subir un escalón, limpiarte cuando vas al baño, lavarte el pelo, atarte los cordones, caminar unas cuadras, dormir, vestirte, limpiar, sentarte como deseas, y miles más…. a las de salud, diabetes, hipertensión, colesterol, ataques cardíacos, problemas óseos y articulares, apnea del sueño, problemas en los diferentes órganos del cuerpo y muchos más que nos explican y leemos. Entonces no es tan fácil y tan liviana como muchos creen…. lamentablemente muchas personas no entienden que el obeso no es así porque quiere, que no es así porque es despreocupado, o porque toma su vida con liviandad, el obeso, sobre todo el obeso mórbido, es una persona con un cuerpo enfermo, que la mayoría de las veces no responde ni a su voluntad, ni a su deseo.

Hoy gracias al equipo de la Clínica Colón puedo entender muchas cosas, cosas por las que me culpaba constantemente y cosas que toda la vida creí que eran enteramente mi falta. Me refiero con esto a algo sumamente importante, sobre el obeso, que es la depresión, el aislamiento, las pérdidas de lo que debería vivir en una vida sana y normal. Me refiero al sufrimiento, porque en este grado de obesidad, todos y cada uno de los días se sufre, todos son una tortura, cada comida, cada evento, cada salida, cada mandado, cada despertar, cada minuto, se sufre, se llora y se padece. Cada minuto se intenta mejorar, se intenta comenzar de nuevo, se intenta arreglar lo irreparable…. Muchas personas piensan: «te operaste, ya está» como si uno no hubiera intentado mejorar antes de llegar a cortar una parte de su propio cuerpo para vivir mejor. Bueno así es, yo por lo menos, de mi parte, hice muchas, muchas más de una vez todas las cosas que tenía que hacer, y me preocupe, y lo hice bien, y sufrí, pero seguí adelante y todas, lamentablemente, cuando conseguí mi objetivo…. lo perdí nuevamente, volví a engordar y mucho más que la vez anterior.
La verdad es que psicológicamente nadie de todos los que te dicen: «porque volviste a engordar, si estabas tan linda?» van a entender el dolor que significa. Es una pequeña muerte, es tocar lo que siempre deseaste, con lo que siempre soñaste y perderlo de un momento a otro, volver a no tener calidad de vida, volver a la oscuridad, donde la mayoría de nosotros vivimos. Pero hoy se cosas que no sabía, se cosas que ellos me explicaron, se los ‘por qué’ de todo, se las razones, se los motivos, los mitos, y eso es lo que hace la diferencia. Nada es fácil, y como muchos creen y constantemente te dicen,esto tampoco, toda decisión, en toda elección ganamos algo y perdemos otras cosas, pero ellos te enseñan a mirar donde vale la pena, cada día, desde el día que tome mi decisión, no me arrepiento un momento y volvería a hacer todo lo mismo, cada día que fui a todos los doctores, me hice todos los estudios, cada día que fui a la nutricionista y la psicóloga, cada día que viaje, todos y cada uno vale y valió la pena, cada día desde el día que me operaron aprendí algo también, y sigo aprendiendo, esta es mi 2da oportunidad, es mi 2do nacimiento, pero desde hoy a 10 años atrás, en un nuevo cuerpo, un cuerpo sano, el que todos los días me da la oportunidad de vivir como un ser humano normal, de desayunar, almorzar, merendar, cenar y hacer las ingestas diarias, en la cantidad justa, con el equilibrio justo, queme da la posibilidad de elegir, que me da la posibilidad de saciarme, por primera vez en mi vida, de saber lo que es comer y estar lleno, satisfecho.


Todos los días desde que me despierto me siento agradecida, bendecida y llena de paz, le agradezco a este equipo maravilloso por la vida que llevo, por todo lo que puedo hacer, por un día más que salgo a caminar y soy feliz, por haberme iluminado en este camino y darme las fuerzas para hacerlo posible. Todos los días vivimos mi nuevo cuerpo y yo, pero ahora queremos los dos lo mismo. Esta carta es un testimonio de mi viaje, que tal vez inspire otros viajes, no es para demostrar nada, ni enseñarle a nadie nada, cada uno tiene su camino, su vida,sus enfermedades y sus cosas, cada uno es grande y sabe lo que hace, esta carta es principalmente para mí y de ahí en más el que la quiera comprender y sentir, bienvenido sea.
Gracias a todos los que me entienden y comprenden verdaderamente la enfermedad y como es vivir con ella, Gracias a los que siempre tiran buena onda, a los que tienen una palabra de aliento y comprenden o al menos tratan de comprender. Gracias a los que ven más allá de si te quedo el cuerpo que algunos consideren perfecto, a los que ven más allá de si te quedo más o menos cola, o más o menos busto, más allá de un poco de piel arrugadita acá o estrías allá, gracias a los que ven de verdad cuando ven nuestro cuerpo.Por mi parte, para mi este cuerpo es, con todas las letras, perfecto, yo lo amo y es el cuerpo con el que siempre soñé, para mi es hermoso, al menos eso es todo lo que yo veo, por lo que lucho día a día, y me siento orgullosa de él, este es el cuerpo que se banco todo y llevó todo ese peso y dolor a cuestas. Esta es mi decisión, la mejor que tome en mi vida, de la que no me arrepiento ni un minuto, de la que volvería a hacer todo lo mismo, con la que vivo y voy a vivir el resto de mi vida.

Laura F.